La enfermedad por Coronavirus 2019, COVID -19, es actualmente el principal problema de salud pública a nivel mundial.

Con una mortalidad global actual de 4,1 %, esta enfermedad se ha propagado por casi todos los países del mundo. Debido a esto, se están tomando diferentes medidas drásticas para su prevención y control en diferentes lugares, incluido nuestro país.

La población de adultos mayores tiene la tasa de mortalidad más alta por COVID-19, por lo que se le considera el principal factor de riesgo epidemiológico para desarrollar una enfermedad severa y mortalidad.

Sin embargo, existe otra población vulnerable. Se trata de aquellos pacientes con enfermedades respiratorias crónicas como EPOC, asma o fibrosis pulmonar. Muchas veces estos pacientes son también personas mayores.

Los pacientes con cuadros respiratorios crónicos, tanto jóvenes como adultos mayores, deben tener claro cuáles son las principales medidas para prevenir el contagio del COVID-19, teniendo en cuenta que, aunque se pueden contagiar al igual que cualquier otra persona, por sus condiciones previas el riesgo de desarrollar una enfermedad severa es mayor.

Las recomendaciones para que los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas prevengan el coronavirus son:

1. Seguir las medidas dictadas por las autoridades de tu país

Cumplir estrictamente el aislamiento social obligatorio, evitando salir por ninguna causa que no sea una emergencia.  

2. Protegerse de contagios en el hogar

Si dentro del hogar un familiar presenta algún síntoma respiratorio, el paciente con enfermedad pulmonar crónica debe alejarse de esa persona lo más que pueda.

3. Actividad física sin salir de casa

Muchos pacientes con enfermedades respiratorias crónicas tienen como recomendación realizar actividad física regular. Sin embargo, por ninguna razón deben realizarla fuera de casa.

4. Tener sus medicinas al día

Los pacientes deben contar con su medicación habitual y recibirla de forma regular. Idealmente estos pacientes deben tener suficiente medicación para los días de aislamiento obligatorio y deben evitar salir a comprarla.

Si por alguna razón no cuentan con su tratamiento (se ha acabado, se ha perdido, etc.), un familiar debe acudir a la farmacia más cercana para procurar abastecerse de las medicinas.

5. No dejar el tratamiento habitual

Muchos pacientes dejan de recibir su tratamiento habitual pensando que los pone en mayor riesgo de contraer COVID-19. Sin embargo, dejar el tratamiento habitual aumenta el riesgo de empeorar la enfermedad crónica. Tampoco se debe cambiar de medicación habitual durante esta pandemia, a menos que sea estrictamente necesario e indicado por un médico.

6. Monitorear sus síntomas habituales

Si son pacientes con síntomas habituales por la enfermedad pulmonar crónica, deben estar atentos a si hay algún cambio en sus síntomas.

Por ejemplo, si la tos es más seca o más exigente, si hay mayor dificultad respiratoria que lo habitual, si hay fiebre o dolor faríngeo. Esto ayudará a diferenciar los síntomas usuales de la enfermedad respiratoria de los síntomas del COVID-19. 

7. Informarse con fuentes de confianza

Los pacientes con enfermedades pulmonares crónicas deben informarse sobre la COVID-19 a través de fuentes oficiales y de confianza, para evitar confusiones o información errada.

9. Extremar las medidas de higiene

Se debe afianzar la práctica de lavarse habitualmente las manos con agua y jabón durante 20 segundos como mínimo, evitar tocarse los ojos, nariz y/o boca, cubrirse con el codo al toser o estornudar y limpiar y desinfectar con frecuencia objetos y superficies.

Dra. Daniela Salazar Martínez
Neumólogo

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