17 Sep Juan Sequera: un hombre digno de respeto y admiración
Cuando los años pasan y parte de ellos son consagrados casi de manera exclusiva a una labor, la dedicación y la entrega se perciben día tras día; es, precisamente, ese binomio de excelencia lo que ha sabido reflejar nuestro compañero Juan Esteban Sequera, un hombre cuya edad y experiencia se conjugan para demostrar una energía y pasión indescriptibles, desbordadas en todo cuanto hace.
Sequera se inició en el mercado farmacéutico con apenas 17 años de edad. Dos décadas más tarde y con un amplio conocimiento en los procesos de despacho, ingresa a Drolanca. Como todo comienzo, se tropezó con diversas situaciones, entre ellas, la posición adversa de su línea supervisoria en cuanto a la obtención de óptimos resultados en su trabajo; sin embargo, esto lo animó a desplegar con mayor fuerza su capacidad y voluntad. Así, desde julio de 1995 hasta la fecha, ha permanecido en las filas de la Corporación, con un sentido de compromiso que manifiesta, sin lugar a dudas, en cada tarea asignada y en el trato diario hacia sus compañeros.
En todo momento, Juan ha sido el único sustento de su hogar. Al fallecer su madre, decidió emprender un nuevo camino y formar una familia, cuyo núcleo lo constituyen su esposa y su hija, quien próximamente iniciará estudios de ciclo básico.
Según Sequera, estos 22 años de servicio en Drolanca se han convertido en una oportunidad para alcanzar sus logros más relevantes, como la remodelación de su casa, por lo que se siente profundamente agradecido con la corporación, así como con todos sus supervisores, quienes se convirtieron en forjadores de su entereza y constancia a lo largo de su desempeño. Especial atención le merece la Dra. Mitchell Ferrer, gerente de Recursos Humanos, quien le brindó un apoyo especial en situaciones adversas y le orientó sabiamente para su superación.
Por todo esto y más, sin lugar a dudas, Juan Esteban Sequera es un ejemplo a seguir, un modelo para las nuevas generaciones y un mensaje latente que inspira y demuestra que el límite de nuestras capacidades no está la edad, sino en la actitud que asumamos ante la vida. Juan Esteban Sequera es un “Constructor de Nuestra Historia”.
