07 Dic Nuestro activo más valioso

Hay una frase contenida en el libro “La vida nueva”, de Orhan Pamuk, que reza: “Los grandes hombres, como las grandes épocas y los grandes países, son aquellos capaces de acumular en su interior una fuerza tan poderosa que siempre esté a punto de estallar”. Nosotros nos atreveríamos a decir que las grandes empresas también.

Cada organización posee en sí misma oportunidades de mejora, pero a su vez fortalezas que son infranqueables y se constituyen en su activo más valioso. Para Drolanca este activo, esta fuerza poderosa son ustedes, nuestros trabajadores.

Desde que comenzamos este camino hace ya 38 años, hemos tenido el apoyo insoslayable de cada uno de ustedes, con sus capacidades, destrezas y competencias, cada uno con su granito de arena para hacer de esta empresa lo que es hoy en día.

Recordamos nuestros primeros tiempos, cuando hombro a hombro levantamos este sueño llamado Drolanca. Horas y horas de trabajo, de entrega, de esfuerzo, de compartir más con la familia ajena que con la propia, pero con la ilusión del que se sabe parte de algo importante y trascendente.

Es un honor para nosotros hacer memoria de todo lo que hasta ahora hemos alcanzado gracias a nuestros constructores, los que estuvieron, los que están, y por qué no, los que vendrán. De cada uno de ustedes ha quedado una huella en esta empresa, grande o pequeña, pero significativa.

Por eso queremos darles las gracias al trabajador que sale de madrugada tras haber caminado una hora para tomar el transporte público que lo traerá hasta Drolanca; a la trabajadora que se levanta oscuro para preparar a su familia para un nuevo día; a los que viajan considerables distancias para poder estar puntual a las puertas de la empresa; a las que con sus hijos en brazos salen a afrontar su cotidianidad; a los jóvenes que han hecho de esta empresa el vehículo para alcanzar sus sueños académicos, y hacen malabares con las horas para cumplir responsablemente en el trabajo y en la universidad; a los que la necesidad a veces puede llegar a agobiar, pero que son los primeros en llegar a trabajar; a los que han recorrido un largo camino en esta empresa, pero aun así trabajan con el entusiasmo del primer día; a los que afrontan día a día la difícil tarea de tomar decisiones que pueden afectar a familias enteras; a los que luchan con ahínco para buscar beneficios y mejorar la calidad de vida de sus compañeros; a todos los trabajadores de Drolanca.

¡Muchas gracias!