Un reciente estudio ha visto que tener prediabetes puede no ser tan benigno como se pensaba. Y que las personas diagnosticadas tienen una probabilidad significativamente mayor de sufrir un ataque al corazón, un accidente cerebrovascular u otro acontecimiento cardiovascular importante en comparación con las que tienen niveles normales de azúcar en sangre, según un estudio presentado en la 70ª Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, celebrado el pasado mes de mayo. Los investigadores afirman que estos resultados deberían servir de llamada de atención tanto para los médicos como para los pacientes para que intenten prevenir la prediabetes desde el principio.

Asimismo, los resultados del estudio son un importante recordatorio para que los adultos conozcan sus cifras de azúcar en sangre, especialmente porque la prediabetes no suele presentar síntomas, señalan sus autores.

La prediabetes es una afección en la que la cantidad media de azúcar en la sangre es elevada, pero no lo suficiente como para ser diagnosticada como diabetes de tipo 2. Mientras que la diabetes de tipo 2 es un factor de riesgo bien conocido y principal de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y obstrucción de las arterias del corazón, el papel de la prediabetes ha sido menos claro.

¿Cómo debe ser la dieta si tengo prediabetes?

Según Lara Dalla, nutricionista del Hospital Quirónsalud Málaga, seguir un patrón de dieta mediterráneo es muy recomendable para prevenir la diabetes y mantener a raya los niveles de glucosa si se tiene prediabetes. La experta señala que hay que procurar tomar diariamente alimentos ricos en fibra y antioxidantes:

  • Tomar al menos dos, tres piezas de fruta al día, preferentemente de temporada.
  • Consumir verduras y hortalizas en cada comida, al menos dos veces al día. Una de las tomas que sean crudas (ensalada, generalmente).
  • Comer legumbres entre dos y cuatro veces en semana.
  • Evitar alimentos y bebidas en los que se les ha añadido azúcar en su procesamiento. Por ejemplo, zumos, yogures y refrescos.

Asimismo, una dieta saludable para personas con diabetes incluye el equilibrio correcto de carbohidratos, proteínas y grasas. 

Cómo tomar los carbohidratos

Hay que hacer elecciones correctas. La especialista en nutrición nos da estos consejos:

  • Incorporar en la dieta alimentos del grupo de cereales y derivados, escogiendo la opción integral (pan, arroz, pasta, avena, quinoa…) o patata o similares.
  • Es mejor elegir granos enteros como avena, cebada, trigo, arroz en lugar de las harinas refinadas. 
  • Por tanto,no es necesario eliminar totalmente este grupo de alimentos, los carbohidratos, sino controlar su cantidad. Esta dependerá del nivel de actividad física de cada uno. 

¿Cómo influyen las proteínas?

Sabemos que acompañar comidas ricas en hidratos de carbono con alimentos proteicos, ayuda a controlar los niveles de glucemia. Por tanto, las proteínas son necesarias. También en este grupo de alimentos debemos tener en cuenta algunos aspectos, ya que pueden elevar los niveles de glucosa en sangre en personas que presentan una pobre sensibilidad a la insulina.

  • Come más pescado que carne. 
  • Legumbres y huevos también son optimas fuentes de proteína, u otras opciones vegetarianas.

¿Hay alguna prohibición respecto a las grasas?

Como cualquier otra persona, los pacientes con prediabetes deben evitar grasas refinadas de mala calidad (como las grasas trans y saturadas). Lo ideal es priorizar el consumo de grasas saludables poli y monoinsaturadas, como las que encontramos en el aceite de oliva virgen extra, aguacate, frutos secos.

¿Debemos suprimir las frutas?

No hay que tener miedo a la fruta. Es verdad que la fruta está compuesta principalmente por fructosa, pero también tiene gran cantidad de fibra, por lo que se ralentiza la absorción de este azúcar.

Eso sí, debemos consumir la fruta entera, no exprimida en forma de zumo. Al exprimir un zumo de naranja le estamos quitando la fibra, por lo que estamos dejando los azúcares y la energía.

  • Al igual que las verduras, se recomienda variar el tipo de fruta y elegir las de temporada. Una ración de fruta equivale a una pieza mediana grande como una pelota de tenis, un puñado de las frutas pequeñas o a una tajada de 2-3 dedos.
  • Debemos consumir 2-3 raciones al día (excepto que se prohíba por prescripción médica). Al menos una ración diaria debe ser de una fruta rica en vitamina C: naranja, mandarina, fresas, frutos rojos o kiwi.
  • No hay fruta prohibida, pero es importante controlar las cantidades y mejor limitar las frutas muy maduras, prefiriendo frutas con menos cantidad de fructosa, como los frutos rojos.

Fuente: HOLA

 

 

 

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