La forma de empezar cada mañana tiene un gran impacto, positivo o negativo, en el resto del día. Al practicar una rutina matutina saludable, puedes aumentar tu productividad, disminuir el estrés, aumentar la felicidad y mucho más.
Demasiada gente se despierta cada día con un bombardeo de responsabilidades que acaban dictando el flujo de sus mañanas. La mayoría de la gente tiene tareas matutinas, necesita hacer el desayuno, prepararse para el trabajo, etc. No estoy sugiriendo que rehúyas de tus responsabilidades. Pero la verdad es que estarás mejor preparado para manejar todo lo que hay en tu plato cada mañana, si empiezas con una rutina de autocuidado saludable.
A continuación, comparto algunos de mis propios hábitos matutinos saludables, así como consejos y trucos para crear una rutina que perdure, y qué hacer cuando fallas. Algunos de los hábitos de mi rutina te resultarán familiares, mientras que otros no. A medida que vayas leyendo, ten en cuenta tu propio estilo de vida y tus objetivos de salud, para que puedas crear una rutina matutina que funcione mejor para ti.
1. Programa tu alarma para que trabaje a tu favor, no en tu contra
El primer paso para empezar bien el día es ajustar tu horario de sueño para asegurarte de que tienes suficiente tiempo por la mañana para ti y tus responsabilidades.
Dicho esto, el sueño es importante. Si ajustas tu alarma para despertarte antes, también debes ajustar tu hora de dormir para acostarte antes. No hay nada saludable en la falta de sueño, así que procura dormir al menos siete horas.
2. Respirar el nuevo día
¿Qué es lo primero que haces cuando te levantas por la mañana? Por desgracia, para muchas personas, la respuesta es «ver el teléfono».
Si ese es tu caso, ¿cuántos minutos pasas cada mañana navegando y dejando que el estrés aumente debido a lo que encuentras en las noticias, en las redes sociales o en los mensajes que recibiste en la noche? ¿Qué pasaría si establecieras la regla de que, antes de agarrar el teléfono, hicieras seis respiraciones largas y profundas para centrar tu atención en el poder y la bendición de tu propia fuerza vital?
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Dado que el diafragma actúa como músculo respiratorio y postural central, la respiración diafragmática no solo te ayuda a enfocar positivamente tu mente, sino que prepara tu cuerpo para apoyar el movimiento y la buena postura.
3. Bebe agua antes del café
Como perdemos agua a través de la respiración y el sudor mientras dormimos, solemos despertarnos sedientos. Teniendo en cuenta que el cuerpo humano adulto se compone de hasta un 60% de agua, la hidratación es esencial para una buena salud.
Beber agua a primera hora de la mañana no solo te ayudará a rehidratarte, sino que también puede poner en marcha tu metabolismo, potenciándolo hasta en un 30%, según las investigaciones.
4. Mueve tu cuerpo en todas las direcciones
Hay una razón por la que nos estiramos instintivamente al despertarnos. Nuestro cuerpo ansía el movimiento después de haber estado sedentario. ¿Por qué no dirigir ese instinto para que sea lo más productivo posible?
En lugar de hacer solamente un estiramiento rápido en la cama y luego seguir con tu día, favoreciendo tu lado dominante, ajusta tu cuerpo y prepáralo para la actividad diaria llevándolo a través de todos los planos de movimiento, utilizando uniformemente ambos lados del cuerpo.
Puedes conseguirlo con una práctica rápida de yoga o con un entrenamiento de 10 minutos usando el peso del cuerpo.
5 . Prepara tu mente
Haz borrón y cuenta nueva para empezar el día con unos minutos de meditación de atención plena. Hay numerosas aplicaciones que ofrecen meditaciones guiadas gratuitas de menos de 10 minutos. También puedes programar un temporizador en tu teléfono para la duración que quieras y sentarte tranquilamente concentrado en las sensaciones de tu respiración o repitiendo en silencio una afirmación positiva, un mantra o una intención que quieras establecer para tu día.
6 . Haz la cama
Al hacer la cama cada mañana, te demuestras a ti mismo que te responsabilizas personalmente de tus tareas y te comprometes a mantener tu espacio personal cómodo y ordenado. Establece un precedente que refuerza la base de tu capacidad de seguimiento.
7. Repite tu rutina
Esta es la parte más difícil. Establecer una rutina no es fácil. Es comprensible, si empiezas con fuerza pero luego flaqueas. Si una mañana te quedas dormido o te olvidas de algunos hábitos nuevos, no seas demasiado duro contigo mismo… pero tampoco te rindas. Vuelve a empezar a la mañana siguiente y prueba algunas de las sugerencias que te proponemos a continuación para mantenerte en el camino.
¿Estás preparado para empezar una nueva rutina matutina más saludable?
¡Mañana por la mañana es tu oportunidad!
La vida es ajetreada para todos nosotros, pero siempre podemos sacar tiempo para las cosas que consideramos que lo valen. Confía en mí: tu salud general y tu perspectiva diaria merecen la pena.
Dana Santas
CNN en español